El sindicato de enfermería SATSE va a proponer que en las urgencias hospitalarias haya un sanitario encargado exclusivamente de ir informando y pacientes y familiares sobre la marcha del caso, para evitar tensiones, quejas y denuncias.
En opinión de Damián Cumbres, secretario autonómico del sindicato, es una laguna que padecen esos servicios, y con la existencia de un informador mejoraría mucho la relación entre sanitarios, familiares y pacientes, y se trabajaría mejor en la asistencia.
Anteayer un vecino de Mérida, Francisco González, presentó denuncia en la Comisaría, y en el servicio de atención al paciente, por el mal trato personal que según su versión recibieron él y su mujer hace una semana cuando a consecuencia de un desvanecimiento -padece del corazón- fue ingresado en el servicio de Urgencias.
Medio inconsciente, González escuchó primero algunas burlas sobre su forma de vestir dado que llevaba una camisa con estampado hawaiano, pero lamenta sobre todo el tiempo transcurrido sin recibir información, y el favoritismo que según él recibían unos y otros pacientes en cuanto a la posibilidad de hacer llamadas telefónicas, o la estancia de algún familiar acompañante.
Discutió con el personal del servicio por usar el teléfono para llamar a la policía local y nacional a los que quería dar sus quejas; la local, asegura, le dijo que no podían ir pero a los pocos minutos «los ví cómo venían a hablar con la doctora que me atendía». Escuchó a varios familiares, que estaban en la sala de espera, quejarse porque llevaban allí varias horas sin información. González anima a todos los usuarios a quejarse «y no aguantar más comportamientos de prepotencia y superioridad».
Fuentes de la Consejería de Salud y Política Social afirman que no entienden las quejas ya que el paciente estuvo «bien atendido» con controles cada dos o tres horas, y tras estar 22 horas en observación y al mejorar su estado fue dado de alta.
Un fallo en urgencias
Damián Cumbres, secretario autonómico del sindicato de enfermería SATSE, sostiene que algunos de estos conflictos podrían evitarse con una mejor información a familiares y paciente.
«Lo primero es no obstante pedirles paciencia. Desde el momento que entran ya está atendidos». Pulso y tensión, y otras pruebas, dan idea de la prioridad del caso y a partir de ahí urgencias organiza la atención. «Y para diagnosticar hay que dejar pasar un tiempo».
No obstante comprende la ansiedad de los usuarios por saber qué pasa, entre otras cosas porque recientemente fue ingresado en Bilbao por lo que parecía serio pero luego no lo fue «y me tiré cinco horas sin saber qué pasaba».
En su opinión debería haber un sanitario encargado de ir informando periódicamente a los familiares sobre la marcha de cada caso, una figura que es más necesaria que la de la persona que a la puerta de los hospitales informa dónde están los ascensores y diferentes servicios.
Con eso los familiares y pacientes «estarían más tranquilos, se sentirían mejor atendidos, mejoraría la situación y los sanitarios trabajarían más a gusto».
viernes, 2 de septiembre de 2011
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