El distrito sanitario Sevilla, que coordina a todos los equipos de los
centros de salud en la ciudad, prescinde desde el 1 de mayo del 40% del
personal de refuerzo encargado de atender los Cuidados Críticos y
Urgencias (DCCU) ante las ausencias de la plantilla estructural del SAS
provocadas por bajas médicas, maternidad, permisos o vacaciones. Según
datos facilitados por el sindicato de funcionarios CSIF, el SAS no ha
renovado el contrato a cinco médicos, cinco enfermeros y cinco
celadores-conductores especializados en atender emergencias y
urgencias, lo que provocará una previsible merma en esta asistencia,
clave para la supervivencia ante situaciones graves como un infarto de
miocardio o un ictus. Tras esta reducción de trabajadores eventuales,
la plantilla de refuerzo o continuidad asistencial cuenta en la
actualidad sólo con ocho médicos, ocho celadores y ocho enfermeros. La
Delegación de Salud confirmó ayer que en mayo se ha contratado a este
volumen de profesionales, "de acuerdo a las necesidades del mes".
Este personal de refuerzo conocido en el sector sanitario como plantilla colchón
está sometido a contratos eventuales que se renuevan cada tres o cuatro
meses, en función de las necesidades. "Desde hace cinco años el SAS ha
encadenado la renovación de los contratos de la mayoría de los
profesionales", advierte Fernando Castelló, presidente de Sanidad en el
CSIF, quien advierte que los Cuidados Críticos y las Urgencias requieren
de profesionales muy especializados por la delicada situación en la que
suelen encontrarse los enfermos. La plantilla estructural con contratos
fijos en los Dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) en
los centros de salud la integran más de 390 profesionales, según los
datos de esta central. "Cuando se produce alguna incidencia, en periodos
de vacaciones de esta plantilla, bajas maternales o médicas es el
personal de refuerzo el encargado de asistir las urgencias a domicilio o
en la vía pública", añade Castelló. Por ejemplo, durante "las últimas
vacaciones de Navidad esta plantilla de refuerzo no fue suficiente para
cubrir la demanda asistencial en la ciudad de modo que muchos
profesionales de la plantilla fija en los DCCU se vieron obligados a
renunciar a sus vacaciones en estas fiestas", denuncia el CSIF.
Ante esta pérdida de profesionales de base en sanidad, el
CSIF critica que "la política de los gerentes de los distritos es la
de reducir personal en los centros de salud y consultorios, no así en la
gran cantidad de directores, jefes y responsables, que se ha duplicado
en los últimos años, suponiendo un elevado coste de los fondos públicos
destinados a la sanidad". La reorganización de las denominadas Unidades
de Gestión Clínica ha supuesto además la creación de los incentivos por
productividad que suponen un sobresueldo para cargos directivos en torno
a 15.000 euros al año. Castelló advierte que mientras el número de
directivos ha crecido, así como estos incentivos, se reduce el personal
de refuerzo, siendo la enfermería el colectivo más afectado. La
pérdida de trabajadores se traduce en el deterioro de la asistencia que
recibe la población.
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miércoles, 9 de mayo de 2012
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