sábado, 12 de noviembre de 2011

Proyecto de mejora en el hospital Obispo Polanco: Urgencias siempre conectadas

Desplazarse buscando a gente, llamarla a gritos para intentar localizarla, ruido por el trasiego de pacientes y profesionales, visitas a varios boxes para poder localizar a alguien... Es una lista de los inconvenientes que era fácil encontrar en un Servicio de Urgencias, como el del Hospital Obispo Polanco de Teruel. Era, porque desde la puesta en marcha hace apenas dos meses de un nuevo sistema de comunicaciones entre los profesionales este espacio ha ganado en tranquilidad y silencio de la que disfrutan los pacientes y los profesionales y en mayor coordinación y rapidez de los equipos.


“La idea me surgió al ver cómo utilizaban estos sistemas de comunicaciones en tiendas grandes”, explica Antonio Martínez, promotor desta iniciativa de mejora de la comunicación y la confidencialidad en este Servicio, uno de los más grandes del hospital, que se enmarca en el Programa de apoyo a las iniciativas de mejora de la calidad que pone en marcha cada año el Servicio Aragonés de Salud.

Este joven médico impulsó junto al doctor Enrique Alonso la utilización por parte de médicos, enfermeros y auxiliares de la Unidad, un auricular, un micrófono y un walki-talkie que permite a cada equipo estar permanentemente conectado.

Existen 18 equipos formados por un médico, una enfermera y auxiliar, y cada uno se comunica por un canal propio. “De este modo se evita que para localizar a alguien haya que elevar la voz, lo que disminuye el ruido, o que haya que visitar varios boxes, con lo que se evitan molestias para los pacientes”, destaca el promotor de la iniciativa.

Las mejoras de este nuevo sistema las notan los profesionales pero sobre todo también los pacientes, según destacó el jefe de Servicio de Urgencias, Fernando Galve, que también resaltó la implicación del personal del Servicio para poner en marcha esta iniciativa.

El sistema permite dar las indicaciones sobre tratamientos de una manera más rápida y eficaz a la persona que tiene que administrarlos. “En ocasiones el médico daba instrucciones a más de una enfermera para ganar en rapidez y ahora a través de este sistema se facilita que los pacientes sean tratados por un único equipo”, añade Martínez.

Ello facilita también la confidencialidad porque se reduce el número de profesionales que tratan a cada paciente. También contribuye a la rapidez en la atención de los pacientes graves, así como el acortamiento del tiempo de traslado para pruebas complementarias.