viernes, 9 de septiembre de 2011

150 farmacias dejarán de hacer guardia por el cierre de urgencias en Cataluña

No hay ningún documento firmado, pero sí un acuerdo entre los colegios de farmacéuticos de las cuatro provincias catalanas y la Conselleria de Salut. Unas 150 farmacias de Catalunya, bastantes de ellas de pueblos pequeños, dejarán de hacer guardias por la noche y los fines de semana, según avanzó ayer Salut a EL PERIÓDICO. El cierre del servicio nocturno de numerosos CAP ha sido el detonante de la decisión, si bien ya antes del tijeretazo sanitario había una masa significativa de boticas, sobre todo rurales, que reclamaban quedar exentas de este servicio.

Se trata, según Neus Rams, subdirectora general de Farmàcia i Productes Sanitaris de la Generalitat, de adecuar la atención farmacéutica urgente a la atención médica urgente. «Algunas farmacias van a dejar de estar obligadas a estar de guardia las 24 horas porque no tienen un servicio de atención médica cercano las 24 horas», resume.

Reconoce Rams que «hace tiempo que se recibían quejas de los farmacéuticos porque tenían que hacer muchas guardias y decían que no les salía a cuenta», y precisa que el plan, que se implantará en los próximos meses, va más allá de las zonas rurales. Para el Govern, prosigue Rams, las guardias eran parte del servicio de las farmacias, pero en el momento en que empezó a concentarse la atención médica urgente se vio que también se podía concentrar la farmacéutica.

Salut está elaborando el mapa de las farmacias liberadas, en el que por ahora figuran 149 establecimientos. Para reestructurar las guardias la conselleria, cuenta Rams, actúa «caso por caso y municipio por municipio, y respetando los criterios que establece el decreto de 1996 que regula la actividad». Será, además, un mapa vivo. «A medida que se vayan concentrando urgencias médicas, se irán concentrando también las urgencias farmacéuticas», advierte la subdirectora general, que cifra en 3.090 las farmacias de Catalunya.

«Es posible adecuar la atención farmacéutica urgente a la atención médica urgente sin que haya una merma de la atención global sanitaria», sostiene. La subdirectora general se muestra convencida de que en los municipios pequeños, en los que el farmacéutico suele vivir allí mismo, la profesionalidad va a impedir que nadie quede sin atender.