Hasta ahora cuando un paciente llegaba al Área de
Urgencias del hospital Costa del Sol el primer contacto lo tenía con uno
de los administrativos de la zona de admisión. El trámite se prolongaba
apenas unos segundos. Acto seguido, una vez dentro de la zona
restringida a los pacientes y a los acompañantes, una voz les reclamaba
por megafonía en alguna de las consultas de triaje, donde los enfermeros
hacían una primera clasificación en función del cuadro que presentaba
el demandante de la atención médica. A partir de ahí comenzaba un
peregrinar más o menos largo, que podía prolongarse varias horas,
dependiendo de la gravedad de la dolencia y de las pruebas diagnósticas a
las que se tuviera que someter. Lo más importante era conseguir tener
el primer contacto con el médico. Ahora las tornas han cambiado. El
hospital se ha propuesto agilizar la atención a los usuarios que acuden
por una emergencia mediante un cambio en el protocolo que se venía
aplicando.
Según informaron fuentes del centro sanitario, dentro del
proyecto de Enfermería Práctica Avanzada (EPA), junto con el sistema de
triaje, los enfermeros especializados podrán, entre otras
intervenciones, solicitar radiografías de forma directa en la primera
visita o reclamar pruebas analíticas, lo que evita la espera de tener
que ser visto por el facultativo, que éste demande las pruebas y que
haga la posterior valoración. El circuito se modifica y, de este modo,
se acorta considerablemente.
No solo eso. Igualmente se han diseñado nuevos circuitos
para patologías de emergencia, como los paciente con dolor torácico o
con ictus, para la administración de determinados analgésicos y para las
derivaciones a especialidades facultativas. «El desarrollo de todos
estos nuevos circuitos ha supuesto no solo dar una respuesta de más
calidad a la demanda de la población, sino también colocar a la
enfermería en una nueva posición adaptada a los tiempos, como personal
altamente cualificado», señalaron desde el hospital Costa del Sol.