La Consejería de Sanidad
ha ordenado el cierre entre semana del servicio de urgencias nocturnas
de cuatro centros de salud de la Comunidad de Madrid. La medida, que
forma parte del plan de ahorro establecido por el Gobierno regional,
restringe el servicio a más de 237.000 madrileños que
deberán trasladarse, a partir de ahora, a su hospital o al centro
sanitario más cercano que preste este tipo de atención, en todos los
casos a varios kilómetros de distancia.
"Los recursos garantizan una adecuada cobertura sanitaria", según el EjecutivoLos centros de salud son los de Aranjuez (55.755 habitantes), el barrio de La Fortuna en Leganés (13.000) y los distritos madrileños de la Avenida de Logroño en Barajas (43.423 habitantes) y Doctor Esquerdo en Retiro (125.000 habitantes).
Según un portavoz del departamento que dirige Javier Fernández-Lasquetty, estos centros son los que menos pacientes atienden
en horario de Urgencias de toda la región, motivo por el cual sale más
rentable trasladar a los equipos de médico, enfermero y celador/técnico
que los atendían a otros puestos.
Sanidad no detalla cuál será el montante que se ahorrará la
Administración con esta decisión, aunque recalca que ningún paciente
quedará desatendido por tener en sus municipios otros hospitales o
centros de urgencias. "Asimismo, en caso de que la patología lo
requiera, con una llamada al 112 el paciente tiene a su disposición los
recursos móviles del SUMMA. Estos recursos garantizan una adecuada cobertura a la urgencia y emergencia en la zona", añade un portavoz.
En coche o en taxi
Los afectados, sin embargo, no lo ven igual. En Aranjuez, el hospital
está a cuatro kilómetros del centro urbano, donde se ubica el centro de
salud cuyo horario ha sido restringido. De noche, solo es posible
desplazarse hasta allí en coche o en taxi.
Lo mismo ocurre en La Fortuna, un barrio aislado de Leganés
con mayoría de población de edad avanzada y de donde, en horario
nocturno, solo se puede salir en transporte privado o recurriendo al
servicio de pago. Esta situación ha llevado a uno de sus vecinos,
Lucrecio Teba, a instalarse con su tienda de campaña delante del centro
como forma de protesta.
Huelga de hambre
Este martes, Lucrecio, de 64 años, llevaba más de 24 horas en huelga
de hambre. Como mucho, toma agua, bebidas isotónicas y suero mezclado
con líquidos. Y así piensa estar "hasta que la señora Aguirre dé su brazo a torcer" y reabra las Urgencias nocturnas entre semana "o hasta que el cuerpo aguante".
A esas horas ya no hay ni autobús ni metro"A esas horas no hay bus ni metro.
No nos quedaría otro remedio que coger un taxi y gastarnos 10 euros de
ida y otros 10 de vuelta", protesta Lucrecio. "Pero lo peor no es el
dinero: si sufres un principio de infarto o algo grave, puedes quedarte
por el camino", asegura Angelines Micó, vicepresidenta de la asociación
de vecinos Nueva Fortuna, que hace compañía a Lucrecio durante su
huelga.
Su primera noche de protesta le dio ánimos para continuar. "Hacía frío y viento. Pero me acompañaron algunos vecinos y la tienda de campaña
no es tan incómoda como parece. Además, tengo líquidos en el estómago y
todavía me queda algo del bocadillo de salchichón picante que comí el
lunes por la tarde", bromea junto a su 'casa' improvisada, una tienda de
plástico con una colchoneta, una toalla y una bolsa de aseo.
Atendido por los médicos
Sin embargo, los médicos temen por su salud: "Soy hipertenso. Como
estoy en la puerta del centro de salud, me tomarán la tensión de forma
habitual. De momento tengo los niveles en su sitio. Se preocupan por mi
edad, pero yo soy resistente". También su mujer está sufriendo por la
huelga: "Me intentó convencer para que no lo hiciera... pero soy
bastante terco", asegura.
Lucrecio confía en que su acción dará frutos "en 7 u 8 días". ¿Y si
no lo consigue? "Si lo cierran, estoy dispuesto a subirme a un árbol,
atarme a una valla o tumbarme en la M-40 para cortarla. Cualquier cosa con tal de mantener nuestra sanidad", advierte.
Tijera en vacunas y ambulatorios
Los cierres de urgencias forman parte del plan de Aguirre para
ahorrar 1.045 millones de euros en 2012, junto con otros recortes
sanitarios, como la eliminación de la vacuna gratuita del neumococo o del tratamiento contra el tabaquismo. Además, prevé cerrar los centros de especialidades
de Alcobendas, Aranjuez y Arganda, trasladando a sus pacientes a los
hospitales de referencia. "Aguirre antepone criterios economicistas a
los sociales. Pero estas medidas ni siquiera traerán un gran ahorro",
apunta la diputada socialista Laura Oliva.
Noticia completa
lunes, 17 de septiembre de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)