La Conselleria de Sanidad está valorando la posibilidad de eliminar la figura del médico a bordo de las ambulancias del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU). La idea es que en un futuro próximo se sustituyan los galenos por enfermeras, y que, más tarde, éstas sean reemplazadas por técnicos o paramédicos.
La Generalitat cumpliría de este modo con el decreto que ultima el Ministerio del ramo -y que partió de la iniciativa del anterior Gobierno socialista- y adoptaría un modelo que ya emplean otros países europeos.
Optimizar recursos
Y es que la delicada situación económica que atraviesan las arcas de la Administración autonómica, obligan a tomar medidas que, desde Sanidad, admiten que podrían ser impopulares. «Pero ése es el futuro. Nadie dice que las ambulancias deban llevar un médico para funcionar bien o seguir ofreciendo una buena asistencia médica».
Aseguran que no afecta a la calidad del sistema sanitario, «Todo lo contrario ¿Quién mejor que una enfermera o un técnico para coger una vía o hacer una reanimación cardiopulmonar?» Se trata, alegan, de personal súper especializado, de personas que se han formado exclusivamente para atender este tipo de casos.
No obstante, el contacto con el CICU (Centros de Información y Coordinación de Urgencias) será permanente, así que, aunque la figura del médico no sea presencial, no dejará de supervisar el proceso de atención y traslado del paciente al hospital. De hecho, ya se ha hecho en alguna ocasión «y se ha demostrado que el sistema funciona».
Pero lo cambios no acaban ahí. Sanidad estudia también la reagrupación de las unidades. «Tenemos demasiadas. No todos los municipios tienen por qué contar con una SAMU las veinticuatro horas del día cuando la mitad del tiempo apenas tienen actividad y las urgencias pueden ser atendidas por la ambulancia más cercana».
Es el momento de optimizar los recursos, alertan. «El sistema sanitario ha caído y hay que ayudar a levantarlo. Entre todos. En un ejercicio de corresponsabilidad por parte de la Administración, los proveedores, los profesionales y la sociedad». Desde la Conselleria de Sanidad, que ha visto reducido su presupuesto de este año en casi un cuatro por ciento, se recuerda que la aplicación de todas las medidas tiene carácter temporal.
lunes, 30 de enero de 2012
martes, 24 de enero de 2012
Los enfermos se acumulan en urgencias en el hospital de Ourense
Los trabajadores del servicio de urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) salieron ayer a la calle en masa. Y los que no estuvieron allí, estaban trabajando. Denuncian una saturación “constante, indigna e insostenible” del servicio durante los dos últimos meses. Enfermeros y médicos critican que la gerente del área sanitaria integrada, Eloína Núñez, está aplicando un criterio “economicista y propagandístico” que provoca el hacimiento de decenas de pacientes en pasillos y salas de espera mientras hay un centenar de camas libres en todo el complejo hospitalario.
La dirección ha impuesto un nuevo sistema de gestión que está provocando que los usuarios del servicio permanezcan en preingreso períodos de entre 48 y 72 horas. Tras estar dos días en espera, se decide su ingreso en el centro o su derivación a domicilio. Y mientras esperan en urgencias, el centro ahorra en partidas económicas como hostelería o agua, ya que las personas instaladas en camillas amontonadas en pasillos o salas de espera no reciben la misma comida y no tienen cuarto de baño privado. Los trabajadores manifiestan que muchos de los casos que son derivados a casa vuelven a los dos días más graves. Algún enfermo que entró por su propio pie el hospital y que fue derivado a su domicilio tras horas de espera, regresó a los cuatro días y acabó siendo ingresado en la UCI.
La orden implantada por la gerencia creó una figura conocida como “médicos ingresadores” que deciden quién espera, quién pasa a planta o quién vuelve a su casa. Las consecuencias fueron inmediatas y las observaciones en urgencias se multiplicaron por tres. Desde entonces acogen una media de 40 pacientes en espera que en su mayoría deberían ocupar una habitación. Ayer se podían contabilizar hasta seis pacientes en los pasillos y otros 15 en dos salas —la de observación y la de tránsito— que permanecían allí desde el día anterior.
Los responsables del hospital reconocen que el domingo por la noche contaban con 56 camas libres, cifra que se incrementaba hasta 93 el sábado. Con decenas de camas libres, el pasado día 6 se contabilizaron 38 pacientes en observación, en la sala de camillas “para espera de resultados” y en los boxes de atención urgente. El día 11 la situación se agravó y la cifra se elevó a 40 pacientes a primera hora de la mañana, con un solo box disponible para atención urgente. En los 16 restantes había ingresos camuflados como urgencias. Tres días más tarde, la saturación se repitió. El pasado verano la gerencia decidió eliminar seis camas del servicio de observación para poner en su lugar 14 camillas “para espera de resultados”. Durante la noche, y si se colapsan, los pacientes de ese espacio son movilizados a otras zonas del centro, pero no a habitaciones.
La dirección ha impuesto un nuevo sistema de gestión que está provocando que los usuarios del servicio permanezcan en preingreso períodos de entre 48 y 72 horas. Tras estar dos días en espera, se decide su ingreso en el centro o su derivación a domicilio. Y mientras esperan en urgencias, el centro ahorra en partidas económicas como hostelería o agua, ya que las personas instaladas en camillas amontonadas en pasillos o salas de espera no reciben la misma comida y no tienen cuarto de baño privado. Los trabajadores manifiestan que muchos de los casos que son derivados a casa vuelven a los dos días más graves. Algún enfermo que entró por su propio pie el hospital y que fue derivado a su domicilio tras horas de espera, regresó a los cuatro días y acabó siendo ingresado en la UCI.
La orden implantada por la gerencia creó una figura conocida como “médicos ingresadores” que deciden quién espera, quién pasa a planta o quién vuelve a su casa. Las consecuencias fueron inmediatas y las observaciones en urgencias se multiplicaron por tres. Desde entonces acogen una media de 40 pacientes en espera que en su mayoría deberían ocupar una habitación. Ayer se podían contabilizar hasta seis pacientes en los pasillos y otros 15 en dos salas —la de observación y la de tránsito— que permanecían allí desde el día anterior.
Los responsables del hospital reconocen que el domingo por la noche contaban con 56 camas libres, cifra que se incrementaba hasta 93 el sábado. Con decenas de camas libres, el pasado día 6 se contabilizaron 38 pacientes en observación, en la sala de camillas “para espera de resultados” y en los boxes de atención urgente. El día 11 la situación se agravó y la cifra se elevó a 40 pacientes a primera hora de la mañana, con un solo box disponible para atención urgente. En los 16 restantes había ingresos camuflados como urgencias. Tres días más tarde, la saturación se repitió. El pasado verano la gerencia decidió eliminar seis camas del servicio de observación para poner en su lugar 14 camillas “para espera de resultados”. Durante la noche, y si se colapsan, los pacientes de ese espacio son movilizados a otras zonas del centro, pero no a habitaciones.
lunes, 16 de enero de 2012
Las urgencias del Carlos Haya de Málaga, entre las cinco peores
El complejo sanitario Carlos Haya dispone de uno de los cinco servicios de urgencias más deficientes de España, según la memoria anual de la asociación El Defensor del Paciente, que, además del hospital de Málaga, señala al Virgen Macarena de Sevilla, el Clínico San Carlos de Madrid, el Vall D’Hebron de Barcelona y el Universitario de Santiago, ubicado en La Coruña.
El colectivo incluye al Carlos Haya entre los centros con peor respuesta ante las urgencias, situación que contrasta con la del Hospital de Donostia, que se sitúa por cuarto año consecutivo como el mejor valorado.
Según la presidenta de El Defensor del Paciente, Carmen Flores, la sanidad española «está en cuidados intensivos» y requiere más inversión, ya que de lo contrario, insiste, está abocada a «una situación grave».
La memoria, que recoge las negligencias denunciadas en el modelo público y privado, alude a un total de 13.010 casos, 848 más que el año precedente.
De ellos, 603 se corresponden con fallecimientos, presuntamente causados por mala praxis, intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias o retrasos en las ambulancias.
El error diagnóstico en Urgencias, añade la asociación, es la principal característica en gran parte de los casos; 65 personas murieron tras avisar al 112 y no recibir una rápida respuesta, y 82 por infección hospitalaria.
La Memoria recoge los datos de la situación sanitaria española y concluye que hacen falta más medios y personal en urgencias, médicos de familia y pediatría, además de que las listas de espera quirúrgicas son históricas, pues 486.500 pacientes aguardan para ser intervenidos, la mayoría, 75.000 en Andalucía, seguidos de Cataluña, con 70.100, Madrid, 54.800, y Galicia, 54.200. Flores insta al Gobierno a tomar medidas para controlar a las comunidades.
El colectivo incluye al Carlos Haya entre los centros con peor respuesta ante las urgencias, situación que contrasta con la del Hospital de Donostia, que se sitúa por cuarto año consecutivo como el mejor valorado.
Según la presidenta de El Defensor del Paciente, Carmen Flores, la sanidad española «está en cuidados intensivos» y requiere más inversión, ya que de lo contrario, insiste, está abocada a «una situación grave».
La memoria, que recoge las negligencias denunciadas en el modelo público y privado, alude a un total de 13.010 casos, 848 más que el año precedente.
De ellos, 603 se corresponden con fallecimientos, presuntamente causados por mala praxis, intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias o retrasos en las ambulancias.
El error diagnóstico en Urgencias, añade la asociación, es la principal característica en gran parte de los casos; 65 personas murieron tras avisar al 112 y no recibir una rápida respuesta, y 82 por infección hospitalaria.
La Memoria recoge los datos de la situación sanitaria española y concluye que hacen falta más medios y personal en urgencias, médicos de familia y pediatría, además de que las listas de espera quirúrgicas son históricas, pues 486.500 pacientes aguardan para ser intervenidos, la mayoría, 75.000 en Andalucía, seguidos de Cataluña, con 70.100, Madrid, 54.800, y Galicia, 54.200. Flores insta al Gobierno a tomar medidas para controlar a las comunidades.
viernes, 13 de enero de 2012
Colapso en las Urgencias de los hospitales de Alcorcón y Vallecas
Las Urgencias de los hospitales de la Comunidad de Madrid están saturadas. Así lo denunció este martes la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad Pública, que asegura que la situación es crítica en el hospital Fundación de Alcorcón (260.000 usuarios), donde el servicio está "colapsado" y los pacientes "hacinados" en los pasillos. Pero este no es un caso aislado y, según ha sabido 20 minutos, este servicio tampoco funciona con normalidad en el Infanta Leonor (que da cobertura a 325.000 vecinos de Vallecas) o en otros como el Ramón y Cajal.
"Algunos llevan hasta cuatro días en camas o camillas, sin intimidad, sin baño e incluso sin almohadas", relataban usuarios y trabajadores de Alcorcón. "Hay 46 pacientes esperando en las urgencias para ser ingresados en el de Vallecas, y algunos llevan días", reconocían fuentes del Sindicato Asambleario de Sanidad (SAS).
No les fue mejor a quienes el lunes por la noche acudieron al Ramón y Cajal de urgencias. La situación del servicio era, según el personal, "dantesca", lo que al parecer obligó a la dirección a abrir el área de preingresos y el sector amarillo II para ubicar las camillas de Urgencias.
Hospitales sin camas
El colapso del hospital de Alcorcón ha llegado hasta Internet, donde la Coordinadora Antiprivatización ha colgado el vídeo grabado por el familiar de un paciente que la semana pasada permaneció 72 horas en los pasillos de Urgencias hasta que le subieron a planta. En el vídeo se cuentan hasta 14 camas y camillas habilitadas de forma excepcional para aliviar la demanda.
Tras visionar el documento, la Asociación del Defensor del Paciente remitió este martes una queja formal a la Consejería de Sanidad ante lo que considera un problema "enquistado" y que extiende también a otros centros como el Gómez Ulla, La Paz o el hospital de Móstoles por la "falta de medios y personal”
"Algunos llevan hasta cuatro días en camas o camillas, sin intimidad, sin baño e incluso sin almohadas", relataban usuarios y trabajadores de Alcorcón. "Hay 46 pacientes esperando en las urgencias para ser ingresados en el de Vallecas, y algunos llevan días", reconocían fuentes del Sindicato Asambleario de Sanidad (SAS).
No les fue mejor a quienes el lunes por la noche acudieron al Ramón y Cajal de urgencias. La situación del servicio era, según el personal, "dantesca", lo que al parecer obligó a la dirección a abrir el área de preingresos y el sector amarillo II para ubicar las camillas de Urgencias.
Hospitales sin camas
El colapso del hospital de Alcorcón ha llegado hasta Internet, donde la Coordinadora Antiprivatización ha colgado el vídeo grabado por el familiar de un paciente que la semana pasada permaneció 72 horas en los pasillos de Urgencias hasta que le subieron a planta. En el vídeo se cuentan hasta 14 camas y camillas habilitadas de forma excepcional para aliviar la demanda.
Tras visionar el documento, la Asociación del Defensor del Paciente remitió este martes una queja formal a la Consejería de Sanidad ante lo que considera un problema "enquistado" y que extiende también a otros centros como el Gómez Ulla, La Paz o el hospital de Móstoles por la "falta de medios y personal”
lunes, 9 de enero de 2012
Urgencias mantiene el pulso
El 2009 fue el año que más urgencias se atendieron en el Hospital de León en los últimos cinco años. 124.844 personas pasaron por el servicio, con una tasa de asistencia de 378,70 por mil habitantes, la más alta desde el 2006. Ese año, el del 2009, también fue difícil en toda la Comunidad, con un ratio de asistencia media de 391,91 por cada mil habitantes. La razón de esta variación se encuentra en la evolución de la gripe A, que aumentó la demanda de asistencia ese año. «Ante la pandemia, todos los hospitales activamos dispositivos especiales y los pacientes acudieron al hospital a ser atendidos», asegura la coordinadora de Urgencias del Hospital de León, Carmen Rodríguez. Las previsiones son que el centro hospitalario cierre este año con un incremento del 2% de pacientes atendidos lo que supone una estabilidad en la utilización del servicio. Una tendencia que se produce en los 14 hospitales de la Comunidad en los últimos seis años, con ligeras variaciones a la baja.
Sin embargo, es el Hospital de León el que mayor número de pacientes asiste en el servicio , —122.020 pacientes en el 2010— si lo comparamos con otros hospitales con un área de influencia con la misma población. Los datos de Sacyl reflejan que el complejo asistencial de Salamanca atendió 150.187 pacientes en el 2010, pero esta cifra es la resultante de la suma de dos hospitales, el Virgen de La Vega y el Clínico Universitario. La provincia que más urgencias tiene, por el mayor número de habitantes, es Valladolid.
El Hospital de León se encuenta en la media de la Comunidad en ratio de asistencia por mil habitantes y ocupa el puesto séptimo de los cartorce hospitales de Castilla y León. El sexto puesto con menor presión asistencial (329,85 por mil habitantes hasta noviembre) lo ocupa el Hospital del Bierzo, que en el 2009 también alcanzó su máxima tasa de asistencia, con 359,55 personas por mil habitantes. Llama la atención los 549,74 pacientes por mil habitantes de Mianda de Ebro, que es el hospital más cercano al País Vasco, comunidad con la que Castilla y León tiene convenios de colaboración para la coordiación sanitaria. La tasa más baja la tiene el complejo asistencial de Ávila, con 221,80 pacientes por cada mil habitantes en noviembre.
Ante la estabilización de la demanda de asistencia, la gestión pasa por agilizar el servicio con la introducción de estrategias que permitan mejorar los tiempos de espera.
Pero ¿por qué no disminuyen el número de urgencias atendidas en los hospitales?. Las listas de espera, el envejecimiento de la población y la poca potenciación de Atención Primaria están detrás de la saturación, según los sindicatos. «Si se mejorasen las listas de espera se reducirían las urgencias en los hospitales», coinciden los responsables sindicales. «Si tienes que esperar tres meses a que te hagan una endoscopia es normal que si la gente se siente mal acuda al servicio de Urgencias para que lo ingresen y se la hagan rápido».
Los datos así los revelan. El Hospital de León atiende una media de 300 personas diarias y al Hospital del Bierzo acuden unos 120 pacientes al día. Cinco de cada diez padecen enfermedades que pueden esperar a ser tratadas por su médico en el centro de salud y sólo el 16% necesita quedarse ingresado. El 25% supera los 65 años y los datos reflejan una disminución de la asistencia en Pediatría, otra puerta importante de entrada en el servicio. «Lo que más vemos son edades extremas», asegura Carmen Rodríguez. Traumatología es el servicio más saturado, seguido de Medicina Interna y Neumología. El 50% de los pacientes que llegan por esta vía al Hospital lo hacen por fracturas óseas como consecuencia de accidentes. Una cifra que ha aumentado en los últimos diez años. Esta realidad ha llevado al Hospital de León a priorizar esta asistencia con la ampliación de cinco camas más en los boxes de Urgencias. «Las obras de amplicación y remodelación del Hospital de León han mejorado la circulación y el acceso, con el fin de poder dar una mejor respuesta a la demanda, con una zona de consultas y la habitabilidad general del servicio», asegura el gerente del Hospital de León, Juan Luis Burón. Esta reestructuración se completa con la instalación del sistema de triaje e-patv4 que permite mejorar los tiempos de espera y catalogar a los pacientes por nivel de gravedad. Los colapsos en este servicio están detrás de la mayoría de las agresiones que sufre el personal médico y de enfermería, sobre todo procedentes de familiares que reclaman una asistencia rápida. Casi el 80% de las agresiones son verbales, según los datos de Sanidad, y se producen en el servicio de Urgencias y en las unidades de Salud Mental, tanto hospitalarias como de los centros de salud.
Agilizar el servicio. El objetivo de las gerencias de los hospitales de León y Bierzo es reducir la saturación y los tiempos de espera de los pacientes. La implantación del triaje y el aumento de la superficie en el Hospital del Bierzo, que ha duplicado los metros cuadrados, ha permitido mejorar la asistencia de un servicio que siempre ocupaba el primer lugar en la lista negra de la Asociación del Defensor del Paciente. «Tuvimos unos años muy complicados», asegura el gerente del Hospital del Bierzo, Alfonso Rodríguez Hevia, «ahora atendemos a 50.000 personas al año con el doble de espacio. El triaje nos permite evaluar la salud del paciente en niveles del 1 al 5. Los niveles 1 y 2 no esperan. El paciente con un nivel 5 esperará lo que sea necesario», asegura.
El Hospital de León instala estos días el sistema de triaje que permitirá reducir los tiempos de espera y priorizar la atención al paciente urgente.
La masificación y las listas de espera empujan a los enfermos a la urgencias hospitalarias con la certeza de que en el servicio les darán una atención rápida. Los meses de mayor afluencia son enero y agosto y los picos de asistencia se producen de 11.00 horas a 14.00 horas y de 16.00 horas a 22.00 horas. Los lunes y los viernes son los más masificados. Este año la gripe está dando una tregua hasta el momento y no se nota una mayor demanda.
En el servicio de Atención al Paciente constatan una reducción de las quejas de las 111 en el 2010. A alta de los datos oficiales de este año. el jefe del servivio, Ángel Castrillo, asegura que, «en los últimos quince días sólo hemos recibido una queja y eso es poco habitual».
Sin embargo, es el Hospital de León el que mayor número de pacientes asiste en el servicio , —122.020 pacientes en el 2010— si lo comparamos con otros hospitales con un área de influencia con la misma población. Los datos de Sacyl reflejan que el complejo asistencial de Salamanca atendió 150.187 pacientes en el 2010, pero esta cifra es la resultante de la suma de dos hospitales, el Virgen de La Vega y el Clínico Universitario. La provincia que más urgencias tiene, por el mayor número de habitantes, es Valladolid.
El Hospital de León se encuenta en la media de la Comunidad en ratio de asistencia por mil habitantes y ocupa el puesto séptimo de los cartorce hospitales de Castilla y León. El sexto puesto con menor presión asistencial (329,85 por mil habitantes hasta noviembre) lo ocupa el Hospital del Bierzo, que en el 2009 también alcanzó su máxima tasa de asistencia, con 359,55 personas por mil habitantes. Llama la atención los 549,74 pacientes por mil habitantes de Mianda de Ebro, que es el hospital más cercano al País Vasco, comunidad con la que Castilla y León tiene convenios de colaboración para la coordiación sanitaria. La tasa más baja la tiene el complejo asistencial de Ávila, con 221,80 pacientes por cada mil habitantes en noviembre.
Ante la estabilización de la demanda de asistencia, la gestión pasa por agilizar el servicio con la introducción de estrategias que permitan mejorar los tiempos de espera.
Pero ¿por qué no disminuyen el número de urgencias atendidas en los hospitales?. Las listas de espera, el envejecimiento de la población y la poca potenciación de Atención Primaria están detrás de la saturación, según los sindicatos. «Si se mejorasen las listas de espera se reducirían las urgencias en los hospitales», coinciden los responsables sindicales. «Si tienes que esperar tres meses a que te hagan una endoscopia es normal que si la gente se siente mal acuda al servicio de Urgencias para que lo ingresen y se la hagan rápido».
Los datos así los revelan. El Hospital de León atiende una media de 300 personas diarias y al Hospital del Bierzo acuden unos 120 pacientes al día. Cinco de cada diez padecen enfermedades que pueden esperar a ser tratadas por su médico en el centro de salud y sólo el 16% necesita quedarse ingresado. El 25% supera los 65 años y los datos reflejan una disminución de la asistencia en Pediatría, otra puerta importante de entrada en el servicio. «Lo que más vemos son edades extremas», asegura Carmen Rodríguez. Traumatología es el servicio más saturado, seguido de Medicina Interna y Neumología. El 50% de los pacientes que llegan por esta vía al Hospital lo hacen por fracturas óseas como consecuencia de accidentes. Una cifra que ha aumentado en los últimos diez años. Esta realidad ha llevado al Hospital de León a priorizar esta asistencia con la ampliación de cinco camas más en los boxes de Urgencias. «Las obras de amplicación y remodelación del Hospital de León han mejorado la circulación y el acceso, con el fin de poder dar una mejor respuesta a la demanda, con una zona de consultas y la habitabilidad general del servicio», asegura el gerente del Hospital de León, Juan Luis Burón. Esta reestructuración se completa con la instalación del sistema de triaje e-patv4 que permite mejorar los tiempos de espera y catalogar a los pacientes por nivel de gravedad. Los colapsos en este servicio están detrás de la mayoría de las agresiones que sufre el personal médico y de enfermería, sobre todo procedentes de familiares que reclaman una asistencia rápida. Casi el 80% de las agresiones son verbales, según los datos de Sanidad, y se producen en el servicio de Urgencias y en las unidades de Salud Mental, tanto hospitalarias como de los centros de salud.
Agilizar el servicio. El objetivo de las gerencias de los hospitales de León y Bierzo es reducir la saturación y los tiempos de espera de los pacientes. La implantación del triaje y el aumento de la superficie en el Hospital del Bierzo, que ha duplicado los metros cuadrados, ha permitido mejorar la asistencia de un servicio que siempre ocupaba el primer lugar en la lista negra de la Asociación del Defensor del Paciente. «Tuvimos unos años muy complicados», asegura el gerente del Hospital del Bierzo, Alfonso Rodríguez Hevia, «ahora atendemos a 50.000 personas al año con el doble de espacio. El triaje nos permite evaluar la salud del paciente en niveles del 1 al 5. Los niveles 1 y 2 no esperan. El paciente con un nivel 5 esperará lo que sea necesario», asegura.
El Hospital de León instala estos días el sistema de triaje que permitirá reducir los tiempos de espera y priorizar la atención al paciente urgente.
La masificación y las listas de espera empujan a los enfermos a la urgencias hospitalarias con la certeza de que en el servicio les darán una atención rápida. Los meses de mayor afluencia son enero y agosto y los picos de asistencia se producen de 11.00 horas a 14.00 horas y de 16.00 horas a 22.00 horas. Los lunes y los viernes son los más masificados. Este año la gripe está dando una tregua hasta el momento y no se nota una mayor demanda.
En el servicio de Atención al Paciente constatan una reducción de las quejas de las 111 en el 2010. A alta de los datos oficiales de este año. el jefe del servivio, Ángel Castrillo, asegura que, «en los últimos quince días sólo hemos recibido una queja y eso es poco habitual».
viernes, 6 de enero de 2012
Las Urgencias del hospital de Cruces se saturan con 35 pacientes pendientes de ingreso
El servicio de Urgencias del hospital de Cruces se saturó ayer. Según denunció ELA, a las siete de la mañana 35 pacientes se encontraban pendientes de ingreso, un hecho que atribuyó a la «falta de camas». En un comunicado, el sindicato calificó de «insostenible» la situación de este servicio y señaló que la gerencia sólo plantea abrir 14 camas y esperar a que se den altas de enfermos ingresados, medidas que consideró insuficientes.
«No se puede permitir cerrar en Navidad 235 camas de un hospital tan importante en la red para solucionar otro tema como dar los días a los trabajadores sin contratación», censuró. Fuentes de la dirección de Cruces confirmaron la saturación padecida ayer en el área de Urgencias, aunque la calificaron de «un hecho puntual» que «se solucionó» a lo largo de la jornada. «No es una tendencia habitual y el centro, además, está capacitado para asumir esa demanda», añadieron.
Pese a las explicaciones esgrimidas por la gerencia, ELA exigió, tanto a la dirección de Cruces como a la de Osakidetza, la adopción de medidas «inmediatas», que incluyan la dotación de recursos humanos y materiales suficientes en el servicio de Urgencias. «¿Dónde queda la implantación de forma inminente de protocolos de agilización de altas y el no cerrar camas en periodos vacacionales? ¿Tenemos que esperar a situaciones límite, como tener a los pacientes hacinados en los pasillos sin ninguna intimidad?», se preguntó.
La central sindical lanzó, además, una advertencia: «Si a esta situación se añade el pico de gripe, ¿dónde vamos a meter a los pacientes?». Según ELA, a medio plazo, la apertura de las plantas del edificio A del hospital de Cruces facilitará 60 nuevas camas, aproximadamente en el mes de abril. Sin embargo, a su juicio, «serán insuficientes, debido a la fuerte demanda que de forma habitual sufre este hospital».
«No se puede permitir cerrar en Navidad 235 camas de un hospital tan importante en la red para solucionar otro tema como dar los días a los trabajadores sin contratación», censuró. Fuentes de la dirección de Cruces confirmaron la saturación padecida ayer en el área de Urgencias, aunque la calificaron de «un hecho puntual» que «se solucionó» a lo largo de la jornada. «No es una tendencia habitual y el centro, además, está capacitado para asumir esa demanda», añadieron.
Pese a las explicaciones esgrimidas por la gerencia, ELA exigió, tanto a la dirección de Cruces como a la de Osakidetza, la adopción de medidas «inmediatas», que incluyan la dotación de recursos humanos y materiales suficientes en el servicio de Urgencias. «¿Dónde queda la implantación de forma inminente de protocolos de agilización de altas y el no cerrar camas en periodos vacacionales? ¿Tenemos que esperar a situaciones límite, como tener a los pacientes hacinados en los pasillos sin ninguna intimidad?», se preguntó.
La central sindical lanzó, además, una advertencia: «Si a esta situación se añade el pico de gripe, ¿dónde vamos a meter a los pacientes?». Según ELA, a medio plazo, la apertura de las plantas del edificio A del hospital de Cruces facilitará 60 nuevas camas, aproximadamente en el mes de abril. Sin embargo, a su juicio, «serán insuficientes, debido a la fuerte demanda que de forma habitual sufre este hospital».
miércoles, 4 de enero de 2012
Los portugueses pagarán 20 euros por ir a urgencias
La implacable política de la tijera sobre el sistema de bienestar portugués se intensifica. A partir del 1 de enero, según se publicó ayer en el boletín oficial luso, las urgencias hospitalarias costarán hasta 20 euros, frente a los 9,6 actuales. Las consultas de enfermería, que eran gratis, tendrán un coste de 4 euros y las consultas médicas en los centros de salud pasarán de 2,25 a 5 euros. Con estas subidas del copago, del que está exento la mitad de la población, el Estado espera ingresar 100 millones de euros. Pero la troika de FMI, UE y Banco Central Europeo quiere que se capten 150 millones, lo que puede causar nuevas alzas.
Las primeras Navidades bajo la intervención de la troika, a cambio de los 78.000 millones de ayuda externa, se presentan como especialmente duras para los portugueses, que ya han notado el efecto del impuesto extraordinario sobre la paga extra, que les privó de entre un tercio y la mitad de su importe. Y a partir del 1 de enero se van a aplicar una cascada de nuevas medidas de ajustes presupuestario, incremento de la presión fiscal y recorte de derechos de los trabajadores que no serán las últimas.
Los periódicos lusos informaban ayer de los nuevos compromisos adquiridos por el Gobierno con la troika que, por ejemplo, suponen duplicar el ritmo previsto de reducción del número de empleados del sector público, de manera que los 508.000 funcionarios actuales sean 478.000 en el 2014. De todos modos, Poul Thomsen, el jefe de la misión del FMI, admitió ayer que el exigente objetivo de déficit público para el 2012, del 4,5%, podría ser revisado en caso de que la crisis internacional hunda aún más al PIB luso.
De momento en el 2012, además del aumento del copago sanitario, los portugueses afrontarán una nueva subida del IVA, en este caso a través del cambio de las condiciones de las tarifas, que supondrá que la tributación de la hostelería pase del 13% al 23%. Además, se van a aprobar las nuevas normas del subsidio de desempleo, cuya duración máxima se reducirá de 36 a 18 meses y cuyo importe máximo disminuirá en un 10%.
Además, el Gobierno anunció esta semana que la indemnización por despido en contratos indefinidos caerá de forma brutal, de los 30 días por año trabajado actuales a entre 8 y 12. En mayo, cuando se formalizó el rescate internacional, se había anunciado una reducción a 20 días.
Sobre la mesa está también la posible rebaja de salarios en el sector privado, del mismo modo que va a suceder en el sector público el año próximo, mediante la eliminación, según los casos, de una o de las dos pagas extraordinarias anuales.
Todos estos sacrificios han estado envueltos en las últimas semanas en una fuerte polémica sobre su necesidad, una vez que el déficit público va a quedar este año, según ha anunciado el Gobierno del conservador Passos Coelho, en el 4%, muy por debajo del 5,9% previsto. Sin embargo, ello ha sido posible gracias a la nacionalización de los fondos de pensiones de la banca, una medida extraordinaria que en teoría no se puede repetir. Sin ella, rondaría el 7,5%.
Las primeras Navidades bajo la intervención de la troika, a cambio de los 78.000 millones de ayuda externa, se presentan como especialmente duras para los portugueses, que ya han notado el efecto del impuesto extraordinario sobre la paga extra, que les privó de entre un tercio y la mitad de su importe. Y a partir del 1 de enero se van a aplicar una cascada de nuevas medidas de ajustes presupuestario, incremento de la presión fiscal y recorte de derechos de los trabajadores que no serán las últimas.
Los periódicos lusos informaban ayer de los nuevos compromisos adquiridos por el Gobierno con la troika que, por ejemplo, suponen duplicar el ritmo previsto de reducción del número de empleados del sector público, de manera que los 508.000 funcionarios actuales sean 478.000 en el 2014. De todos modos, Poul Thomsen, el jefe de la misión del FMI, admitió ayer que el exigente objetivo de déficit público para el 2012, del 4,5%, podría ser revisado en caso de que la crisis internacional hunda aún más al PIB luso.
De momento en el 2012, además del aumento del copago sanitario, los portugueses afrontarán una nueva subida del IVA, en este caso a través del cambio de las condiciones de las tarifas, que supondrá que la tributación de la hostelería pase del 13% al 23%. Además, se van a aprobar las nuevas normas del subsidio de desempleo, cuya duración máxima se reducirá de 36 a 18 meses y cuyo importe máximo disminuirá en un 10%.
Además, el Gobierno anunció esta semana que la indemnización por despido en contratos indefinidos caerá de forma brutal, de los 30 días por año trabajado actuales a entre 8 y 12. En mayo, cuando se formalizó el rescate internacional, se había anunciado una reducción a 20 días.
Sobre la mesa está también la posible rebaja de salarios en el sector privado, del mismo modo que va a suceder en el sector público el año próximo, mediante la eliminación, según los casos, de una o de las dos pagas extraordinarias anuales.
Todos estos sacrificios han estado envueltos en las últimas semanas en una fuerte polémica sobre su necesidad, una vez que el déficit público va a quedar este año, según ha anunciado el Gobierno del conservador Passos Coelho, en el 4%, muy por debajo del 5,9% previsto. Sin embargo, ello ha sido posible gracias a la nacionalización de los fondos de pensiones de la banca, una medida extraordinaria que en teoría no se puede repetir. Sin ella, rondaría el 7,5%.
lunes, 2 de enero de 2012
Urgencias está lleno de chicos y chicas 'colocados' de cafeina.
Urgencias está lleno de chicos y chicas 'colocados' de cafeina. No es broma. Las visitas a estos servicios en los hospitales de EEUU han pasado de 1.128 en 2005 a 16.053 en 2008. En 2009, fueron 13.114.
Investigadores de los Servicios de Administración de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA) del otro lado del Atlántico acaban de hacer público un informe que desvela el aumento vertiginoso de ingresos en urgencias (se ha multiplicado por 10) debido al uso de bebidas energéticas.
Los científicos han analizado los años anteriormente señalados y destacan que hasta un 67% de las consultas se produjo por reacciones adversas a estas bebidas estimulantes consumidas solas, mientras que el resto se dio por su uso en combinación de alcohol u otras drogas. Curiosamente, la mayoría de los pacientes (92%) que exclusivamente ingirieron estos refrescos acudió al médico por reacciones adversas a los mismos, mientras que un 8% lo hizo por haber abusado de ellos.
"Es muy destacable que la mayoría de las consultas se produjera por reacciones adversas ante su uso único, lo que sugiere que las bebidas energéticas pueden por sí mismas causar daños a la salud lo suficientemente serios como para tener que ir al hospital", señalan los científicos
Red Bull, Monster, Rockstar, Full Throttle y Amp son las marcas citadas por SAMSHA que reconoce, además, que sus consumidores son entre un 30% y un 50% niños, adolescentes y jóvenes.
Campañas publicitarias
"Los anunciantes de este tipo de bebidas apelan a la capacidad de estos productos para disparar la energía, disminuir el peso y aumentar las capacidades físicas y mentales" reza el documento, en el que se insiste, además que las "compañías fabricantes están echando mano de nuevas estrategias publicitarias en los medios de comunicación para elevar su audiencia, como emplear los videojuegos o los eventos deportivos para darse a conocer".
Y están alcanzando el éxito. La popularidad de estos productos ha aumentando significativamente en los últimos años. Basta con observar sus ventas, que se han incrementado en un 240% de 2004 a 2009.
Oculta, sin embargo, está la otra cara de la moneda. "El consumo elevado de cafeína es un problema de salud pública porque tiene consecuencias en el comportamiento y en la salud de sus usuarios. De hecho, ha quedado bien establecido que entre los universitarios su consumo está relacionado con comportamientos de riesgo como fumar marihuana, beber alcohol, mantener relaciones sexuales de riesgo o consumir otras drogas", detalla el informe. Un 52% de los usuarios de estas bebidas solas o en combinación con alcohol que tuvieron que acudir a urgencias tenía entre 18 y 25 años. Y son los chicos (un 64%) frente a las chicas (36%) los que mayor uso hacen de ellas.
"Aunque no existe una recomendación sobre la cantidad 'segura' de consumo de cafeína, la mayoría de los investigadores defiende que los adultos mantengan una ingesta moderada: 100 a 200 mg al día. Los pediatras, en cambio, consideran que los niños y adolescentes deben abstenerse de tomar bebidas que contengan estimulantes", explica el documento.
Los riesgos
El exceso de cafeína que se ingiere con las bebidas energéticas "puede causar arritmias, hipertensión, deshidratación, además de insomnio y nerviosismo. Otros riesgos adicionales dependerán del estado global de salud de cada individuo (problemas cardiacos, trastornos de la alimentación, diabetes o problemas de ansiedad) y de la medicación que consuma", informan los científicos estadounidenses.
Se suma a estos datos el hecho de que su consumo prolongado puede provocar dependencia y síndrome de abstinencia, además de 'incitar' a comportamientos de riesgo, como conducir bajo los efectos de su uso mezclado con alcohol. "Las autoridades deberían hacer campañas destinadas a informar al público sobre los riesgos potenciales que entraña el uso de estos productos tomados solos o en combinación de alcohol, drogas o fármacos. Adicionalmente, la visita a urgencias de los pacientes afectados ofrece una oportunidad única a los médicos para asesorar a los jóvenes sobre los peligros de este tipo de consumiciones", concluye el DAWN.
Investigadores de los Servicios de Administración de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA) del otro lado del Atlántico acaban de hacer público un informe que desvela el aumento vertiginoso de ingresos en urgencias (se ha multiplicado por 10) debido al uso de bebidas energéticas.
Los científicos han analizado los años anteriormente señalados y destacan que hasta un 67% de las consultas se produjo por reacciones adversas a estas bebidas estimulantes consumidas solas, mientras que el resto se dio por su uso en combinación de alcohol u otras drogas. Curiosamente, la mayoría de los pacientes (92%) que exclusivamente ingirieron estos refrescos acudió al médico por reacciones adversas a los mismos, mientras que un 8% lo hizo por haber abusado de ellos.
"Es muy destacable que la mayoría de las consultas se produjera por reacciones adversas ante su uso único, lo que sugiere que las bebidas energéticas pueden por sí mismas causar daños a la salud lo suficientemente serios como para tener que ir al hospital", señalan los científicos
Red Bull, Monster, Rockstar, Full Throttle y Amp son las marcas citadas por SAMSHA que reconoce, además, que sus consumidores son entre un 30% y un 50% niños, adolescentes y jóvenes.
Campañas publicitarias
"Los anunciantes de este tipo de bebidas apelan a la capacidad de estos productos para disparar la energía, disminuir el peso y aumentar las capacidades físicas y mentales" reza el documento, en el que se insiste, además que las "compañías fabricantes están echando mano de nuevas estrategias publicitarias en los medios de comunicación para elevar su audiencia, como emplear los videojuegos o los eventos deportivos para darse a conocer".
Y están alcanzando el éxito. La popularidad de estos productos ha aumentando significativamente en los últimos años. Basta con observar sus ventas, que se han incrementado en un 240% de 2004 a 2009.
Oculta, sin embargo, está la otra cara de la moneda. "El consumo elevado de cafeína es un problema de salud pública porque tiene consecuencias en el comportamiento y en la salud de sus usuarios. De hecho, ha quedado bien establecido que entre los universitarios su consumo está relacionado con comportamientos de riesgo como fumar marihuana, beber alcohol, mantener relaciones sexuales de riesgo o consumir otras drogas", detalla el informe. Un 52% de los usuarios de estas bebidas solas o en combinación con alcohol que tuvieron que acudir a urgencias tenía entre 18 y 25 años. Y son los chicos (un 64%) frente a las chicas (36%) los que mayor uso hacen de ellas.
"Aunque no existe una recomendación sobre la cantidad 'segura' de consumo de cafeína, la mayoría de los investigadores defiende que los adultos mantengan una ingesta moderada: 100 a 200 mg al día. Los pediatras, en cambio, consideran que los niños y adolescentes deben abstenerse de tomar bebidas que contengan estimulantes", explica el documento.
Los riesgos
El exceso de cafeína que se ingiere con las bebidas energéticas "puede causar arritmias, hipertensión, deshidratación, además de insomnio y nerviosismo. Otros riesgos adicionales dependerán del estado global de salud de cada individuo (problemas cardiacos, trastornos de la alimentación, diabetes o problemas de ansiedad) y de la medicación que consuma", informan los científicos estadounidenses.
Se suma a estos datos el hecho de que su consumo prolongado puede provocar dependencia y síndrome de abstinencia, además de 'incitar' a comportamientos de riesgo, como conducir bajo los efectos de su uso mezclado con alcohol. "Las autoridades deberían hacer campañas destinadas a informar al público sobre los riesgos potenciales que entraña el uso de estos productos tomados solos o en combinación de alcohol, drogas o fármacos. Adicionalmente, la visita a urgencias de los pacientes afectados ofrece una oportunidad única a los médicos para asesorar a los jóvenes sobre los peligros de este tipo de consumiciones", concluye el DAWN.
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