Nueva protesta en la sanidad balear. Alrededor de 70 trabajadores de Urgencias de Son Espases, entre médicos, enfermeras y celadores, se concentraron ayer en la puerta del servicio para protestar por la situación "límite" y de colapso por la que han pasado estos últimos días. Se han llegado a picos de 60 pacientes sin habitación (el triple de lo normal), camillas apiñadas por los pasillos y enfermos que han tenido que esperar cinco días para subir a planta.
El gerente del hospital, Juan Sanz, precisó que el martes 354 personas acudieron a las Urgencias del hospital de referencia, y que un 13% acabaron ingresados. Ante este hecho, y tras días de denuncias por parte de sindicatos y trabajadores, el martes por la tarde se abrieron 25 camas nuevas y un box suplementario con 14 plazas. Los profesionales que se concentraron ayer indicaron que al habilitar nuevas plazas, la situación había mejorado al bajar de 60 a 20 el número de pacientes esperando a ser ingresadas. Los profesionales reconocieron que todos respiraban con más alivio tras "el estrés y la angustia" de los últimos días, pero criticaron que se había reaccionado demasiado tarde. Expusieron además las graves consecuencias que puede tener un colapso de este tipo, tanto para los pacientes como para los trabajadores.
Miedo a que surjan conflictos
"Tenemos miedo de que pueda surgir un conflicto con los enfermos que esperan muchas horas y que no se les pueda atender correctamente", indicó el presidente del sindicato médico, Isidro Torres, presente en la concentración de protesta.
Desde SATSE también se alerta del peligro de que se produzcan incidencias graves. Entre los trabajadores del servicio han empezado a recoger firmar para expresar su repulsa a la política sanitaria de recortes y para entregarlas en los juzgados para así poder eximirse de responsabilidades en caso de que haya que lamentar algún percance de gravedad debido a la precariedad y los ajustes.
El secretario de Acción Sindical de UGT, Miguel Ángel Romero lamentó la falta de previsión de Salud (ya que hace más de 20 días Urgencias ya vivió una situación similar) y la política de la conselleria de no cubrir bajas ni sustituciones. Uno de los médicos que se concentró ayer lamentó que los políticos "viven en una realidad virtual".
Cabe recordar que en este contexto ha presentado su renuncia Juan Vidal, jefe del servicio, y que se especula sobre la inminente renuncia de las responsables de Enfermería. Según explicó Vidal a este diario, decidió abandonar su puesto debido a los problemas internos y a los nervios que generan en la plantilla la saturación del servicio y la falta de recursos. En esta línea se expresaba ayer uno de los celadores que se concentró frente a las puertas de Urgencias: "No damos abasto, y hay nervios y enfados entre compañeros". Los profesionales razonan que trabajan bajo mucha presión y que eso repercute en las relaciones entre el equipo y en la calidad asistencial.
Durante el turno de noche del martes y la mañana del miércoles el servicio de Urgencias logró despejarse gracias a la habilitación de las nuevas camas y a la contratación (por un mes) de 28 enfermeros y auxiliares, pero ayer por la tarde algunos trabajadores volvieron a ponerse en contacto con este diario para denunciar que volvían a estar saturados "y sin saber dónde poner a los pacientes".
Desde el IB-Salut se aseguró que la situación fue de "normalidad" durante todo el día y que a las seis de la tarde el número de pacientes a la espera de cama era "el habitual". Se precisó que el número fluctúa porque el hospital se va drenando con altas y bajas.
"Se abrió al haber demanda"
Apenas una hora después de tuviese lugar la protesta de los profesionales, el gerente, Juan Sanz, recibía a la consellera, Carmen Castro, que acudió para presidir un acto en el área de pediatría. Ambos insistieron en que los problemas se estaban resolviendo. Interrogada sobre las acusaciones de los sindicatos de falta de previsión y de retrasar demasiado la apertura de nuevas plazas, Castro respondió que "las camas ya estaban listas para abrir cuando empezó la ola de frío" pero que la demanda de abrirlas no llegó hasta el pasado martes.
Por su parte, Sanz quiso destacar que el dimitido jefe de Urgencias, Juan Vidal, es un "excelente profesional implicado que ha estado trabajando duramente". Señaló que Vidal, aún jefe en funciones, está trabajando de forma coordinada con la gerencia para buscar un sustituto y para el traspaso de competencias. El gerente reiteró que Vidal alegó "motivos personales" para dimitir.
viernes, 9 de marzo de 2012
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