El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha dicho este martes que a partir de septiembre los inmigrantes indocumentados seguirán siendo atendidos en Urgencias; las mujeres lo serán durante el embarazo, parto y posparto, mientras los niños recibirán asistencia pediátrica completa incluidas las vacunas.
Además, "cualquier persona que resida en Madrid, independientemente de su situación legal,
y que esté recibiendo un tratamiento crónico, como aquellos afectados
por enfermedades que puedan comprometer la vida, como el VIH o una
quimioterapia, van a continuar el tratamiento".
Así lo ha precisado hoy durante su visita a las nuevas instalaciones del servicio de Nefrología del Hospital Severo Ochoa en Leganés, en relación a la caducidad de las antiguas tarjetas sanitarias concedidas a personas en situación irregular, que sólo serán válidas hasta el 31 de agosto.
"A diferencia de muchos países europeos o de la propia España hasta el año 99, a partir del 1 de septiembre estas personas recibirán asistencia sanitaria de urgencias hasta el alta.
Los niños recibirán completa asistencia pediátrica incluidas las
vacunas, y las mujeres embarazadas durante el embarazo, el parto y el
posparto", ha apuntado.
En cuanto al número de indocumentados que se
quedarán sin tarjeta, ha señalado que "es muy difícil de determinarlo
con precisión"Desde el próximo mes "aquella persona que necesite
asistencia la va a tener, cosa distinta es que luego a continuación se
podrá considerar si está en los casos en que la asistencia es gratuita y cubierta por el Estado español o
habrá que emitir una factura dirigida al país de origen de la persona o
a la propia persona, que a lo mejor se ha acogido a esa fórmula de un
convenio singular que puede establecer con el Sistema Nacional de Salud"
(SNS).
A juicio del consejero, el cobro de cuotas a los
extranjeros que no sean ni asegurados ni beneficiarios del SNS es "una
vía oportuna y justa para aquellas personas vivan aquí y quieran recibir
la misma asistencia sanitaria que el resto de personas puedan
percibir".
En cuanto al número de indocumentados que se quedarán
sin tarjeta, ha señalado que "es muy difícil de determinar con
precisión porque el empadronamiento no caduca hasta dos años después, hay personas que ya se han marchado y figuran todavía empadronadas o con tarjeta sanitaria".
Preguntado sobre la posibilidad de que algunos médicos opten por la objeción de conciencia
para atender a estos enfermos, Lasquetty ha precisado que "atender se
atiende a todo el mundo, otra cosa distinta es si eso genera o no genera
la emisión de una factura. Ahora mismo entra un turista por la puerta
de un centro de salud y es atendido".
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miércoles, 22 de agosto de 2012
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