Este año, las previsiones se han cumplido, aunque el pico de aumento se ha notado especialmente durante este mes de agosto, coincidiendo con los días de más calor de este verano. Así, y según explica el director del servicio de Urgencias del hospital reusense, Alí Jammoul, «enjulio aumentamos entre un 7% y un 10% respecto a la media diaria. Visitando una media de 230 pacientes al día».
En cambio, durante el mes de agosto las cifras se han disparado ligeramente hasta una media de 240 personas visitadas. El máximo responsable de las Urgencias del Sant Joan analiza este hecho explicando que «hemos recibido a muchos pacientes crónicos que necesitan estar más tiempo en Urgencias. Son personas que llegan con descompensaciones cardíacas o respiratorias, posiblemente por el calor intenso».
Atasco
La mayor
presencia de este tipo de pacientes en las Urgencias provoca «un atasco
que rompe el ritmo organizativo y que ha provocado que estos días de
agosto algunos pacientes hayan tenido que esperar un poco más para ser
visitados», asegura Alí Jammoul. Eso se debe a que, mientras el tiempo
medio que pasa una persona en Urgencias es de tres horas, con los
pacientes crónicos esta cifra se dispara hasta las 12 o más horas.
«Tienen que estar más tiempo porque hay que estabilizarlos. Esto
trastoca el servicio, porque la dotación de personal está pensada para
garantizar un flujo. Pero si el médico, en vez de recibir pacientes y
dar altas tiene que dedicarse más a estos pacientes, se rompe el ritmo»,
argumenta el director de las Urgencias del Hospital Sant Joan.Este servicio cuenta con cerca de una veintena de profesionales, distribuidos en los diferentes turnos, durante todo el año, independientemente que sea verano o invierno. Entre estos hay seis médicos (uno de ellos un pediatra), nueve enfermeras y dos auxiliares de enfermería.
Cambio en el perfil
Otro
aspecto destacado de este verano, según explica el doctor Alí Jammoul,
es que «hemos notado un cambio en el perfil de paciente, ya que las
patologías también han cambiado. Antes veíamos más cosas banales propias
del verano. En cambio, esto cada vez más se queda en la asistencia
primaria, como en el CAP Sant Pere de Reus o en el Hospital Lleuger de
Cambrils».Además, los médicos también están notando que los consejos que se dan para prevenir los golpes de calor están dando sus frutos y la población demuestra estar muy concienciada. «Ya no vemos tantos pacientes deshidratados como antes. Incluso las personas mayores, que normalmente beben menos, también tienen claro que en esta época del año tienen que hidratarse más». Respecto a los pacientes crónicos también se les lleva un seguimiento durante todo el año «para evitar que vengan el mínimo de veces».
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